lunes, 25 de agosto de 2008

¿PORQUÉ SOMOS ANTI-FASCISTAS?



porque odiamos la ideología nazi y todo lo que ella representa:

IRRACIONALISMO, porque intenta eliminar de los hombres y mujeres toda autonomía de juzgar por ellos mismos exaltando la figura de un jefe carismático e instaurando un partido único que encuadra a las personas desde la infancia al servicio del mismo e instaura el terror de estado. De este modo podemos establecer unas consignas que están en el fondo de cualquier forma fascista: creer y no pensar, obrar y no reflexionar, obedecer y no discutir.
ULTRANACIONALISMO, otro sentimiento al que apelan los movimientos fascistas es el de la patria. Esta característica justifica su modelo económico, la autarquía, que consiste en concentrar el poder en una clase dirigente defensora de la propiedad privada y que sacrificará los derechos laborales fundamentales como el derecho a la huelga o el de asociación en beneficio del incremento de la producción.

RACISMO, los fascistas creen en la superioridad de la raza aria y en la necesidad de preservar la pureza racial mediante el exterminio o los medios eugenésicos. En la actualidad aprovechan el aumento de la inmigración para justificar la xenofobia con la ridícula frase "los inmigrantes nos quitan el trabajo".

MACHISMO, la mujer queda relegada a un segundo plano, sus obligaciones se limitan a limpiar la casa y cuidar a sus hijos, mientras el hombre trabaja para mantener a la familia. El machismo se apoya en dos figuras claves, la familia como institución a defender y la religión que fomenta la sumisión de la mujer frente al hombre.

DEMAGOGIA, el fascismo se nos presenta como si tuviera un carácter revolucionario, aparece como defensor del proletariado, enemigo del capital y la burguesía, pero recordemos que son los burgueses y los grandes capitales los que han financiado sus campañas a lo largo de la historia y lo continúan haciendo. Sus organizaciones utilizan términos característicos de la izquierda: revolución, poder popular, acción directa, socialismo, ecologismo, etc., como elementos de captación de masas.

No olvidemos que ser antifascista no es una moda, es una actitud que requiere un compromiso político, el de ser rebelde y luchar contra todo lo establecido. No es suficiente con llevar chapas o pegar a bonehedads, debemos organizarnos, tomar la iniciativa y luchar activamente para abandonar esta postura defensiva de acción- reacción y pasar a una verdadera ofensiva antifascista que nos permita acabar de raíz con los fachas y sus organizaciones. Sólo entonces, estaremos en condiciones de derrotar a los fascistas y a este estado cómplice que los ampara.

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